PAGINAS

domingo, 7 de diciembre de 2014

Basajaun

Esta cubierto de pelo como un oso. Se alimenta de raices y alimañas. Nunca abandona los bosques y las montañas. Si se les pide hechos que justifiquen esta visión dudan. Basajaun no enferma nunca; es inmune a las inclemencias del tiempo; tiene una fuerza descomunal; marcha día y noche. Se venga de los que hablan mal de el... Cuando se interroga a los paisanos sobre este personaje uno se percata de que poseen nociones bastante confusas donde se mezclan todas sus supersticiones; para ellos basajaun no es más que una bestia salvaje

Jean Francois Cerquand(1886)



Es el más popular de los mitos vascos, el del señor salvaje: bassa-jaon o basajaun de basa(salvaje) y Jaun(señor). Lo que sabemos de este genio  nos lo han transmitido los escritores y etnógrafos a través de sus libros..
La cita del principio corresponde a J.F.Cerquand y proviene de su obra " Legendes et recits populaires del Pays Vasque" donde queda reflejado cierto despago en el resultado de sus encuestas sobre esta criatura, como si en su fuero interno Cerquand hubiese esperado algo más concreto; en algunas zonas, dice , es confundido con el Tartalo otro personaje del folklore vasco del que solo se diferencia por no ser agresivo; su genio eso si es cambiante: tan pronto se muestra afable con los pastores a los que ayuda con sus rebaños como arremete contra ellos como veremos;
He aquí otra cita esta vez proveniente de una novelita de Francisco Navarro Villoslada titulada Amaya o los vascos en el siglo VIII( 1877) que nos lo aclara:

Según las leyendas, o más bien, según el relato de los campesinos, el Basajaun es fiera de figura humana cubierta de largo vello de la cabeza a los pies, que anda como el hombre, con fuerte y nudoso garrote en la mano. Su estatura es colosal; su fuerza, irresistible; su agilidad, extraordinaria. Trepa como un tigre por los árboles y rocas inaccesibles, y las derriba o las remueve sin grande esfuerzo. (...) Es locura intentar contra él la menor defensa; la única manera de aplacarlo es obedecerle ciegamente. De este modo el Basajaun puede convertirse en inofensivo y hasta en protector, porque no es de esas bestias feroces que matan por matar.

El primero en mencionarlo es el periodista suletino Agustín Chaho que, entre 1830-35, escribió una obrita ( Voyage de Navarre) sobre las costumbres de los habitantes del país.

Chaho estaba convencido que la singularidad de los vascos- su idioma y sus creencias -tenían raices africanas. Según él el basajaun sería un lejano recuerdo de la convivencia de los vascos, que habrían colonizado España desde Africa, con un animal antropoide como el orangután o el chimpancé.

En 1857 es Francois Michel ( Le pays basque) el que nos deja esta impresionante descripción :

Especie de monstruo con rostro humano que el vasco sitúa en el fondo de los negros abismos o en lo más profundo de los bosques. La altura de Basa-Jaon es grande, su fuerza prodigiosa;todo su cuerpo está cubierto de un pelo largo y liso que parece una melena; anda de pie como los hombres, con un bastón en la mano y sobrepasa a los ciervos en agilidad.

Basajaun: el yeti vasco






Segun la tradicion, basajaun frecuenta las cabañas de los pastores en la montaña para calentarse junto al fuego o simplemente adueñarse de sus quesos y de la leche como un autentico parásito. Como muestra, este cuento que el mismo Cerquand recopilo ( Basajaun en el caserio):

Dos pastores, después de su jornada de trabajo, se refugian en un caserio. Cenan y ponen algunas castañas a calentar en la ceniza del fuego. Como estan agotados por haber recorrido la montaña con sus reses, se tumban en sus camastros esperando a que las castañas esten listas. De repente antes de quedarse dormidos escuchan el chirrido del pomo de la puerta que gira suavemente sobre sus goznes. El miedo les invade:"seguro que es el Basa Jauna". Quietos y en silencio simulan dormir.  Basa Jauna entra, negro y peludo, se acerca a los pastores y les pasa la mano por la cara. Cuando se ha asegurado de que estan dormidos se sienta junto al fuego para calentarse, retira las castañas de debajo de la ceniza y se las come todas. Mientras come dirige de vez en cuando su  mirada hacia los pastores para asegurarse de que siguen dormidos. Los dos hombres permanecen inmoviles con la conviccon de que la vida les va en ello. Entonces  Basa Jauna, habiendo terminado todas las castañas, se levanta , examina todo lo que hay en el caserio, coge lo que le place y se marcha sin hacer daño a los pastores

Como señala el criptozoologo Michel Raynal( Le homme sauvage des Pyrenees et la survivance des Neanderthals, 1989) si bien muchos relatos del basajaun estan profundamente mitificados, mostrando la típica estructura de los cuentos populares( con un villano, un héroe, una trama y un desenlace) otros son asombrosamente realistas...

Junes Cazenave en su artículo " Siniste zahar eta ez hain zahar " publicado en 1988 en la revista Anuario de Eusko Folklore nos muestra otro ejemplo:

Basajauna entraba en los casas para comer castañas en compañía de sus habitantes. En la época de las chacinas se dejaba al lado de la puerta de la planta baja morcillas y longanizas para que el las cojiera. Si no lo hacias podias encontrarte con que te habia subido una de tus vacas al tejado. Mi difunto padre solía atravesar el bosque de Itxelu para ir a un sitio donde elaborar cal viva. Un día oyó gritar al basajaun. Cuando Basajauna desciende aullando del bosque de Irati hasta la mansion BARTXBORDA, al dia siguiente nieva. 

Es comprensible pues que folkloristas, como Cerquand, diera rienda suelta a su insatisfacción ante relatos tan simples como los anteriores  hasta el punto de manifestar que para los vascos basajaun era como un animal más de la fauna local...


Jose Maria Satrustegui






Basajaun habitaba en cavernas abiertas en lo más intricado de los bosques de Gorbea (Vizcaya), en la zona de Ataun, en Guipúzcoa, y también en Irati ( Navarra).
En Irati, concretamente en los bonitos pueblos navarros de Valcarlos y Ondarrola, fue donde el folklorista Don Jose Maria Satrustegui centró sus investigaciones sobre el El señor Salvaje que público en su libro "Mitos y Creencias (1980)". En lo que fue una experiencia imborrable de su vida ( 1955-1964) nos confiesa que uno de sus informantes se expresaba con pleno convencimiento de la realidad de estos seres y que un anciano a quien había visitado en su caserío le había confesado:

Existían no me importa decirlo. Ahora se han alejado; no se por qué...

El bosque de Irati













No hay comentarios:

Publicar un comentario